Reúnalos y dígales: "Les mostraré lo que es ser un buen oyente y lo que es ser un mal oyente". Luego, pregúnteles: "¿Quién quiere contarme algo divertido que hicieron esta semana?". Llame a un estudiante y, cuando comience a hablar, escuche y haga un buen contacto visual. A continuación, llame a otro estudiante y, mientras el estudiante habla, mire alrededor de la sala, levántese de la silla y dé la espalda al estudiante. Pregúntele al estudiante cómo se sintió cuando era un mal oyente. Diga a la clase: "Los buenos estudiantes y los buenos amigos son buenos oyentes".

Explíqueles: "Hoy aprenderemos a escuchar con todo el cuerpo, desde la parte superior de la cabeza hasta la planta de los pies". A continuación, elabore un cuadro sinóptico para ilustrar las características que implican escuchar con todo el cuerpo y revise el cuadro con los estudiantes explicando y ejemplificando cada acción (o use la "Tabla de comprensión de todo el cuerpo" que figura al final de esta lección):

• La cabeza (cerebro) está pensando en lo que se dice.
• Los ojos miran a la persona que está hablando.
• Los oídos escuchan lo que las personas dicen. (Una persona sorda escucha con los ojos, usando el lenguaje de señas y leyendo los labios).
• La boca permanece cerrada.
• El corazón se interesa por lo que se dice.
• Las manos y los pies están quietos.

Dirija a la clase en el juego de "Simón dice", en el que los estudiantes realizan los movimientos o acciones que usted les sugiere, pero solo cuando dice "Simón dice…". Por ejemplo, podría decir: "Simón dice salten", "Simón dice alcen la mano derecha" y "Simón dice den un paso adelante", pero asegúrese de omitir de vez en cuando la frase "Simón dice..." para ver cuánta atención presta la clase.

Dígales que van a practicar la comprensión auditiva con una entrevista a sus compañeros de clase. Explique que, cuando entrevista a una persona, le hace preguntas para obtener información sobre ella.

Dígales: "Recorrerán el salón para entrevistar a sus compañeros y averiguar a quién le encanta el brócoli, quién no tiene ninguna preferencia por el brócoli y quién lo odia. Cuando hagan de entrevistador, preguntarán: ‘¿Te gusta el brócoli?’. La persona entrevistada solo puede responder una vez diciendo la palabra ‘brócoli’. Cuando respondan la pregunta, deben usar su tono para mostrar cómo se sienten con respecto al brócoli. No pueden responder más de una vez y tampoco pueden decir ninguna otra palabra. Será importante prestar mucha atención en este juego". (Es posible que desee practicar los tres tonos con la clase antes de que los estudiantes realicen sus entrevistas).

Explique que todos se turnarán para ser el entrevistador y el entrevistado. Distribuya la hoja de actividades "Entrevista para escuchar". Indíqueles que comiencen y marquen la columna correcta al lado del nombre del entrevistado para indicar sus hallazgos. (El brócoli se puede sustituir por cualquier artículo comestible o no comestible).

Haga que los miembros de la clase compartan sus hallazgos. Luego diga: "Levanten la mano si descubrieron que a (nombre del estudiante) le encantaba/le daba lo mismo/odiaba el brócoli". Para cada estudiante, toda la clase debería tener la misma respuesta. Recuérdeles que pudieron descifrar las preferencias de una persona según la manera en que oyeron una sola palabra.